top of page
anclaje-reunion-argollas-3-escalada-deportiva-696x696.jpg
El arte de crear vías

Equipar una vía y reseñarla es similar a componer una canción y publicarla: luego ya no nos pertenece.

 

     Una vía de escalada se asemeja a la partitura musical de una canción o de una obra sinfónica. En este último caso los distintos movimientos de la obra musical son comparables, en el lenguaje de la escalada, a los varios largos de la vía.

    Ciertamente cuando un equipador monta, o abre, una vía tiene una idea de como "sonará" pero quien realice la vía será un intérprete de la partitura y la hará "sonar" mejor o peor. A veces la interpretación será genial y otras veces dejará mucho que desear. Cada escalador realiza su personal interpretación según sus inclinaciones y aptitudes; algunas interpretaciones pasarán sin más, pero otras serán sublimes. Es obvio que un gran virtuoso, un gran escalador, tiene muchas posibilidades de hacer una buena interpretación, tal vez genial. Lo que si sabemos con certeza es que equipar una vía y reseñarla es similar a componer una canción y publicarla: la canción luego ya no nos pertenece. 

     La motivación principal de los Ruiseñores al equipar vías de escalada Deportiva es la belleza. El trazado de la vía se rige por factores estéticos. A veces sale una vía muy bonita y a veces no tanto. Todos los que han equipado -o abierto- vías lo saben muy bien. La audacia de los pasos, el encadenamiento de movimientos, el trazado de la linea son consideraciones a tener muy en cuenta.

   Para los Ruiseñores el otro aspecto fundamental de una vía de escalada es la seguridad. Mientras que el trazado de la vía busca su belleza estética, la colocación y distanciamento de los seguros está determinado por el concepto de evitar que las caídas conlleven lesiones. Cierto es que en la escalada Clásica de paredes y en el Alpinismo el riesgo es asumido como parte de la actividad. También es cierto que algunos equipadores llevan parcialmente el espíritu del riesgo a vías ubicadas en zonas de escalada Deportiva. Aunque respetemos todos los enfoques, en este aspecto los Ruiseñores tenemos muy claro lo que hacer. Intentaremos minimizar los riesgos. Al colocar la primera y, sobre todo, la segunda chapa de una vía habrá que calcular sus posiciones para evitar la posible caída hasta el suelo.  Al colocar chapas intermedias habrá que hacerlo evitando posibles impactos en repisas o, si la caída es lateral, en diedros y también evaluando las distancias entre chapas. En fin, la posición de cada chapa tendrá que ser sopesada con cuidado para que cumplan la función de evitar lesiones en una posible caída y no ser un mero "seguro psicológico". Y también, no lo olvidemos, para que la posición de chapaje sea posible.

   Aunque a veces se cometan errores de equipación, y tengamos que rectificar, el espíritu que gobierna nuestro trabajo, volvamos a repetirlo, es evitar lesiones en las posibles caídas. Pero todos sabemos que por muy bien que esté equipada una vía la dinámica de una caída nunca puede predecirse y controlarse por completo. En las vías bien equipadas también se producen, a veces,  lesiones en las caídas.

 

© 2022 por Los Ruiseñores. Creado con Wix.com

bottom of page